He
elegido este titulo en ingles, para hacer sentir un tema algo
tedioso, un poco mas divertido de lo que suele ser en la realidad.
Sucede
que cuando era habitante de mi tierra; mi querida Lima. Solía
jactarme y alardear de lo bien que conducía en las pistas y caminos
rurales. Tabien repetida aquello de: ¡Quien maneja en el Perú,
maneja en cualquier parte!
Nada
mas lejos de la realidad, pues cuando comencé a conducir por las
calles de Montreal: lo hacia con mucha eficiencia y relajado al
extremo, debido a la tranquilidad existente en la calles de esta
urbe, en donde se puede conducir, con algo de tranquilidad. Una
tranquilidad diametralmente opuesta al caos y zozobra que significa
hacerlo en el Perú.
Todo
discurría con mucha normalidad y yo me sentía en la gloria, tanto
así, que mis reflejos se fuero anulando y muriendo de tedio y
aburrimiento por la falta de acción y motivación, hasta que un
día...Me encontré con una nueva realidad. Corría el mes de Octubre
del año 2003, a las cinco de la tarde. Yo iba montado en mi primer
auto, recién lo había adquirido en el mes de junio, en plena
temporada estival. Cual seria mi sorpresa, cuando comenzó a llover y
como la temperatura estaba en 8 menos cero; esa lluvia comenzó a
convertirse en hielo y la calzada a parecerse a una pista de patinaje
parecida a la del Holiday Onice. Estaba al llegar a una intersección,
como es lógico, apoye mi pie sobre el pedal de freno y el auto
continuo su camino, como sin con el no fuese la cosa.
Se
me paralizo la sangre, me aterre y en ese momento; mis reflejos
despertaron como por arte de magia; como venia a baja velocidad,
atine a tirarme contra el sardinel y hacer mil peripecias para
detener al “auto fantastico” que en ese momento tenia entre mis
manos.
Luego
del susto, tuve que llamar a un amigo para que me sacara del lugar,
porque yo no me sentía capaz de hacerlo. Solo con el tiempo aprendí
a “dominar” a la maquina. Bueno no tanto como dominarla, porque
eso es casi imposible, pero amenos a saber salir del asunto y evitar
manejar en esas condiciones.
Ahí
descubrí que: no sabia manejar, que era un principiante, un necio y
demás calificativos peyorativos al alcance de cualquier mente
creativa.
También
aprendí que: los autos utilizan aquí en Canadá, neumáticos para
verano y para invierno, que en cada temporada, hay que cambiarlos,
porque si no te aplican una multa, que te quitan las ganas de seguir
haciéndote el vivo.
Aquí
hay que saber manejar: sobre hielo, sobre nieve y también a esquivar
huecos, porque las pistas, se llenan de ellos. No por falta de dinero
para repararlas, si no porque con los cambios bruscos de temperatura,
se abren cada hueco que si no lo vez, caes y no te saca nadie, porque
en plena nieve... Aquí no se puede remolcar un auto con otro auto.
Es obligatorio llamar a una grúa.
Una
mas: en las mañanas de invierno, es muy común encontrar los vidrios
de los autos, llenos de hielo, que hay que sacar con un “rascador
de plástico, luego de eso te montas en el auto y luego de unos
segundos, tienes los vidrios en la parte interior, llenos de una
capa de hielo que se produce por le vapor de tu respiración al
contacto con el vidrio que esta a una temperatura inferior a los 20 o
25 grados bajo cero. A rascar vidrios se ha dicho y a esperar que el
habitáculo se caliente un poco para partir.
¿Hay
alguien que se atreva...?