Una
muy antigua institución, la mas antigua en nuestra existencia y que
en estos tiempos esta atravesando por el peor de sus momentos.
El
hombre nómada por excelencia en sus inicios, se fue organizando y
haciendo su entorno menos salvaje y solitario, adoptando como manera
de vida, el pertenecer a un núcleo.
El
clan del hombre, ese en el que escogió como a acompañante a la
mujer. Para procrear, organizar y formar a sus descendientes.
Con
esto el hombre se hacia mas fuerte y menos vulnerable ante la
agresividad del mundo, que siempre lo había amenazado, cuando era
victima de su propia soledad.
Este
sistema de vida en grupo, hizo que nuestra raza humana sobreviviera
hasta nuestros días.
Todas
las etnias, religiones, culturas y especies mamiferas, lo entendieron
así, la sola manera de ser mas fuerte, era solo esa.
Actualmente,
nuestra especie esta intentando ensayar una nueva formula o mejor
dicho; regresar al punto de partida. Al individualismo y la soledad.
Prisionero de sus propios inventos, todo un anacoreta de la
modernidad, el nuevo troglodita de la sibernètica.
Sin
cavernas y sin harapos, pero con el alma desnuda, transparente y
lánguida. Sediento de tener. Mirando al mundo a la distancia en una
pantalla de ordenador, de manera virtual, sin tacto ni olfato, sin
sentido y por si fuera poco: procreando a distancia; por correo
electrónico y quizás sin llegar a conocer a su “hijo elegido”
clonado o comprado. Probablemente el placer carnal llegue a ser un
mito o una leyenda de un mundo que una vez fue.
En
los diccionario de todas las lenguas, la palabra familia; pasara a
formar parte de los vocablos en desuso, extinguidos y sin semántica.
Ese
es el futuro que nos espera y ese es el mundo que habrá mañana.
La
familia siempre ha significado: unión, abrigo, cobijo, fortaleza,
linaje, tradición. En ella han nacido, crecido y desarrollado: la
palabra, la discusión, la tertulia, los valores. Esos valores que
actualmente muchos desconocen y niegan.
La
familia ha sido el pilar fundamental de nuestras sociedades, la
entereza y existencia misma de los pueblos con nombre y tradiciones.
La familia, ha sido la tinta con la que se ha escrito la historia y
con la que se firmado y autentificado el significado de la palabra
unión.
Sin
unión: no hay familia, no hay fortaleza, no existe convicción
alguna, para derrotar a lo que nos es adverso.
Quizás
muchos al leer este articulo, puedan llegar a decir; que quien lo
escribe cae en la exageración y en el pesimismo. Nada mas lejos de
la verdad, porque ya estamos comenzando a vivir esa realidad
inminente, que ni siquiera podríamos decir que se encuentra a la
vuelta de la esquina.
Estamos
de cara al fin de las sociedades y de todas aquellas formas y
preceptos que la formaron y crearon.
Aun
se puede reflexionar, aun se puede, invertir esa desenfrenada carrera
hacia el abismo y la nada. Hoy por hoy, quienes aun podemos entender
lo que nos pasa, tenemos la obligación de pelear por defender el
mundo que vamos a dejarle a nuestros hijos. Tenemos que venderle a
los jóvenes, la idea que queremos que compren y tenemos que saberla
vender, para que ellos quieran hacerla suya, para que no tengan que
arrumbar hacia el árido desierto de la soledad y el individualismo,
que hoy se cierne sobre ellos.