sábado, 12 de abril de 2014

“La Unión Civil…”









Delicada definición, para un tema tan trascendente  y álgido, como lo es la unión en matrimonio entre  homosexuales.
Este es un asunto que genera controversias y polémicas a nivel mundial, porque casi siempre es llevado a los predios de las religiones o a los claustros de las posturas más recalcitrantes.
La homosexualidad no es un caso aislado o un brote epidémico que este amenazando a la raza humana.
El homosexualismo, forma parte de la  genética humana. Existe y acompaña a la humanidad desde sus orígenes, según consta en los estudios científicos realizados, por diferentes organizaciones dedicadas a la investigación de este factor.
En el intervienen muchos factores como son: la genética, las alteraciones hormonales, las reacciones psicológicas, en respuesta a determinadas conductas paternales. Esto solo por citar algunos ejemplos.

Lo importante es tener en cuenta que: esto es parte de nuestra sociedad humana históricamente y  de ninguna manera es erradicable o  punible. Lo importante es saber aceptarlo como es.
Que a unos no nos guste o que otros  no lo acepten; es otra cosa, pero lo que si se debe de tener siempre presente es que: hay que aprender a respetar las posturas o las opciones de los demás. Esto no es cuestión de “uniones” o matrimonios. Las leyes se dan y vienen de un sector a favor o en contra de otros. Lo importantes es saber y aprender a vivir con armonía en el mundo que nos rodea; con sus pros y sus contras.
No caer en el terreno absurdo de las persecuciones, las homofobías, en la quema de brujas o en las torturas inquisidoras, que eso solo forma parte del pasado salvaje e ignorante de la humanidad.

Yo soy ateo convicto y confeso. No “comulgo” con ningún tipo de religión, pero respeto a pie juntillas, el derecho de los demás a pensar lo contrario. Para mí, todo es parte del paisaje del camino de mi vida  y lo contemplo como parte de mi riqueza  espiritual. No porque no me guste el mar, voy a tratar de desaparecerlo; con no navegar en el, me basta y me sobra.

Mientras las leyes y las costumbres, no atenten contra la moral y las buenas costumbres, en sana convivencia con el prójimo: habrá que aceptar lo que a otros les hace bien. El matrimonio, la unión, la convivencia o lo que sea, siempre será una elección de dos.
Nuestro entorno y nuestro mundo, no va  cambiar, porque exista o no “unión” seguiremos siendo mundo, mundo con sus cosas negativas y positivas, porque somos parte de eso justamente: un mundo de diversidad, de partes y contrapartes. El homosexualismo no va a desaparecer, aumentar o cambiar. Siempre ha de tener el lugar que le corresponda dentro de la vida social de la humanidad.

Lo que si debemos perseguir y eliminar es: la pedofilia, el abuso contra la mujer, la violencia, las violaciones en todas sus formas y estilos, el hambre, la indiferencia, la intolerancia, que son los males que mas daño causan a las sociedades de hoy en día.
Si alguien se quiere “unir” o desunir; me tiene totalmente sin cuidado.