Lo
primero que hay que determinar es la causa o las causas de la misma.
Todo origen tiene una explicación y toda causa un efecto.
En
los tiempos que corren, las estructuras sociales, no son las mas
solidas ni las mas adecuadas para equilibrar la balanza del bien y
del mal. El bien y el mal, son dos elementos inherentes en el ser
humano, que cohabitan, dentro de un equilibrio y lo contrario.
El
incremento de la delincuencia en la actualidad, obedece a las
siguientes causas: la población mundial, se a incrementado en las
ultimas secadas, de manera sustancial, las normas de juego sociales,
cada vez son mas blandas y tolerantes, los valores en su mayoría,
han perdido vigencia y solides, la educación cualitativamente ha
bajado en nivel, la brecha entre la justicia y la injusticia; cada
vez se hace mas grande e inigualable, la preocupación de la mayoría
de los gobiernos del mundo, le prestan mas atención a los asuntos
monetarios y económicos, que a los asuntos de carácter social y
moral.
En
pocas palabras; hemos perdido en calidad de formación y también
hemos perdido los patrones de conducta a seguir.
Hoy
en día los jóvenes claman y necesitan normas de conducta, que el
mundo no les esta dando y que poco a poco solo les hacen descubrir,
que en el mundo en que viven solo existen un valores tales como: el
dinero y el poder y que los medios para conseguirlos, son los que se
tengan que utilizar, porque solo interesan los fines. Ante estos
parámetros actuales de conducta, solo queda el rectificar y para
rectificar, no se puede caer en el error de pensar; que solo con la
represión y la violencia se van a arreglar las cosas.
Hay
que comenzar a establecer normas de juego claras, tiene que existir
un comportamiento de la clase política; con mas ética y menos
demagogia. Los medios de comunicación, también están obligados a
corregir su imagen y a cambiar su lenguaje.
Son
todas las estructuras sociales las que tienen que cambiar y adecuarse
a los tiempos, pero para comenzar a reducir el indice delincuencial
que se esta incrementando de manera galopante y descontrolada; hay
que comenzar por diseñar programas sociales, de orientación y de
compromiso con los niños y los jóvenes, para mostrarles el camino
correcto a seguir y a los padres la manera adecuada de impartir
educación y formación en sus hogares. Hay que establecer claramente
los limites entre libertad y libertinaje. Este ultimo concepto es
lago que no esta muy claro que digamos para muchos y eso permite que
no se puedan establecer claramente la reglas de conducta.
Antiguamente
el mundo vivía regido, bajo parámetros de orden estrictamente
religiosos, en donde el individuo; estaba sojuzgado y sometido. Hoy
en dia vivimos bajo parámetros distintos, ya no caminamos por los
obscuros pasillos del ocultismo y el obscurantismo, pero al salir de
ese túnel; nos hemos encontrado con una luz demasiado fuerte y
segadora, que no nos permite identificar el camino correcto, por
donde debemos conducirnos.
Los
gobiernos de todo el mundo, deben de asumir este compromiso, porque
de no hacerlo; corremos el riesgo de convertirnos en una especie
depredadora de nosotros mismos.
Nuestra
cultura y nuestras formas, tenemos que adecuarlas a los nuevos
tiempos.