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viernes, 19 de septiembre de 2014
El primer Viaje De Juan...
Terminaba el año mil novecientos setenta . Juan acababa de cumplir los diez y ocho ” abriles” y se preparaba para salir de viaje hacia el norte del país. Seria el primer viaje de su vida en edad consiente.
Su destino seria la ciudad de Piura a mil cincuenta kilómetros de Lima y para ser mas exactos; un hermoso pueblito de nombre Catacaos. Este nombre deriva de un vocablo quechua, que significa: Valle exuberante.
Juan descubriría un universo de cosas nuevas que en su ciudad no ocurrían ni existían, como: costumbres, comidas, vocablos, estilos de vida, comportamientos sociales, etc.
Era todo un expedicionario a la conquista del desierto...
Viajaba invitado por su amigo de siempre Luis y los padres de este. Harían el recorrido en la camioneta de la familia, que para ese fin servía muy bien. Una Opel Record color verde claro. Dicho sea de paso; un vehículo que conforme hacia kilometraje, también hacia historia.
Luego de un largo y agotador viaje, por-fin llegaron al destino. Daban las doce de la noche y entraba el año mil novecientos setenta y uno, pero en aquel pueblo no se percibía gran alboroto por eso. Arribaron sin pena ni gloria, pero con un cansancio indescriptible, pero también cargados de entusiasmo y curiosidad; mas Juan que era el forastero y no tanto los demas ya que eran del lugar.
Las seis de la mañana y el sol calcinaba las calles de Catacaos. Los burros, las lecheras, las mujeres ataviadas con blancos vestidos típicos portando cantaros en la cabeza, canastas y cuantas mercancías podía transportarse. La calle Comercio, que dicho sea de paso era la artera principal, parecía la 42 avenida de Nueva York en hora punta, (guardando las distancias claro esta)
Era un ir y venir de gente. Cosa que ya comenzaba a llamar la atención de Juan, que observaba el panorama parado en la puerta de la casa de los tios de Luis.
Los días pasaban y estaban llenos de novedades y nuevas experiencias. Como buen joven y adolecente; su principal interes estaba puesto en el sexo opuesto. Las chicas eran su objetivo principal, pero para poder lograr un “acercamiento”tendría que esperar hasta las siete de la noche. Si, curiosamente esta era una cosa que si era algo nunca visto para Juan que venia de la capital.
Sucede que durante el día, se pasaba horas tratando de encontrar una chica para conquistarla, pero era imposible de lograrlo.
El asunto estaba en que a partir de las siete de la noche, las mujeres de todos los tamaños y colores; salian a dar vueltas a la plaza de armas del pueblo, tomadas del brazo. Bien sea entre mujeres o como parejas ya establecidas o matrimonios.
El panorama se tornaba algo sombrío y desolador, para Juan que ya veia imposible lograr su cometido. Pero como hecha la ley hecha la trampa. Fue conociendo a grupos de chicas y amigos que conforme pasaban los dias se iban reuniendo en diferentes casas, entablando a si amistades y “acercamientos” Hasta que un día...
Se encontro con que ya tenia pareja y que la iba a visitar a su casa en calidad de “amigo”
Todas las noches al despedirce de ella, siempre lo hacia con un beso en la mejilla; tan casto y puro como el de un hermano, hasta que en una de esas; el impulso pudo mas; la abrazo fuertemente y la beso con toda la fuerza de su humanidad y a la vez con todas las emociones contenidas. Para ser mas exactos; se besaron casi sin control ni medida. Al terminar su despedida Juan le dijo: “mis besos saben a fresa” Luego se marcho feliz y contento, pero como habían otras candidatas que también eran de su agrado. No le fue muy difícil pensar en ellas y comenzó a tejer sueños y demas tonterías . Creía haberse convertido en un Don “Juan” Solo que quizás estaba en el lugar equivocado y pronto llegaría a darse cuenta de que no estaba en la gran metropoli, si no mas bien en un cálido y muy acogedor pueblo, en donde las calles tienen paredes que oyen y hablan.
A la mañana siguiente, Juanito, caminaba muy suelto de huesos por una de las calles de esta acogedora y pequeña ciudad, cuando derrepente una de las amigas y posible futura “víctima,” que estaba parada en su balcón, le grito: ¡A si que tus besos saben a fresa!
Juan se sonrojo y no sabia donde meterse, solo atino a decirle muy desenfadadamente y a manera casi de un impulso auto-defensivo: ¡Si! ¿Quieres probar?
Esa fue su primera experiencia amorosa, fuera de su redil y de su habitad.
Las cosas eran diferentes en aquella ciudad y quedaba claro que una de ellas era que: la discreción no era precisamente el plato fuerte de la región.
Para Juan fue una interesante y emocionante aventura, que aun recuerda con mucho cariño y mucha nostalgia.
Luego contare la otra parte de la historia, cuando regreso a su ciudad de origen.
miércoles, 23 de enero de 2013
La Violencia Contra la Mujer
La Violencia Contra la
Mujer
Este
es un tema que cada día va cobrando dimensiones desproporcionadas,
en todos los hemisferios. De este mal tratado globo. Las noticias que
día a día, dan cuenta de hechos escalofriantes que se suceden en
distintas sociedades y que apuntan a un desprecio hacia la mujer.
Esta
conducta venida del hombre, puede llevarnos a un retroceso de la raza
humana como tal.
Hemos
caído en un pozo sin fondo, en donde las mentiras y las verdades se
entremezclan formando un caos emocional del individuo, en el que
aquellas cosas que antes parecían ser ciertas acaban por ser una
simple falacia. Esta falacia arrastra al individuo a dar rienda
suelta a sus mas bajos instintos, amparado en las sombras de la
inmoralidad social.
Sabido
es que: existen leyes; unas drásticas y otras de mediana severidad,
pero en su mayoría débiles y carentes en contundencia, con mil
recodos y otro tanto de argucias judiciales, que mas es lo que
protegen al agresor, que defienden a la victima.
Estamos
ante una endemia de violencia solapada, que esgrime todas sus
miserias para maltratar a ese ser que solo es culpable de que estemos
en este mundo.
Existe
un claro trastocamiento de valores en nuestras sociedades, porque
venimos de descubrir, mil mentiras, sobre las que habíamos
construido nuestro mundo y ahora estas pseudo verdades se están
volviendo contra nosotros. Habría que agregar también; que los
conceptos tales como: familia, hogar, núcleo y respeto, han pasado a
ser términos anacrónicos que tiene mas olor a naftalina y a
guardado que otra cosa.
Ahora
solo importa el momento. La mujer se ha convertido en un simple hueco
andante a perseguir y disfrutar. Mas valor que ese no tiene y lo peor
del caso es que ella esta permitiendolo y aceptándolo. El asunto
esta en fornicar y nada mas, un acto puramente carnal y a pasar
pagina.
Para
muchos este articulo suene a palabras de viejo desfasado y arcaico,
pero la realidad es la que vivimos y no mi capricho o mi olfato.
Estamos
ante un mundo y una vida que se vive al momento y solo se conjugan
los verbos: tener, correr, mas, fornicar, comprar y todo lo que
signifique; materialismo.
En
esta vorágine materialista, nadie tiene futuro solo presente. Día
ha de llegar en que tener un hijo se cuestión de ir a una botica o
farmacia, entregar una lista de características genéticas y esperar
que el empleado aparezca con frasco y le diga ; es tanto... Usted se
va a casa alquila a una mujer que por un puñado de monedas, se deja
introducir el frasco y ya ; a los nueve meses esta listo el hijo y
la descendencia asegurada.
Hay
que detenerse a revisar las cosas en que estamos fallando y aplicar
los correctivos necesarios para no seguir siendo una sociedad
desalmada e indiferente que solo vive el presente.
La
mujer es aquel ser que nos lleva dentro y nos harta de amor aun mas
allá de la muerte. El respeto hacia ella tiene que ir mas allá de
lo legal y lo moral, tiene que estar dentro de los recintos de la
espiritualidad y debe ser siempre nuestro norte.
Hay
que dejar aquel concepto equivocado de que: la mujer es igual que el
hombre y tiene los mismos derechos. No, somos iguales, existen
diferencias muy abismales , tanto en el aspecto conceptual, como el
genético, el mental, el espiritual, fisco y antropológico.
Hay
que recapitular y comenzar a revertir aquello que hemos y estamos
haciendo mal.
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