Estas vacaciones que comencé a principios del mes de enero y que llegaron a su fin hace dos semanas.Han sido muy intensas y llenas de emociones de toda índole.Cargadas de de muchas vivencias y nuevas oportunidades.
Normalmente los viajes de vacaciones suelen ser mas ligados a la diversión y al disfrute, sin medida de tiempo en el que se pasan las horas sin sentir y se vive sin mirar el reloj.
Descubrí que hay muchas cosas que hacer y descubrir, que existe un mundo nuevo en una ciudad nueva , llena de oportunidades. Sentí como si aquella vieja capital del virreinato, estuviera naciendo nuevamente. Plagada de nuevas opciones, nuevas costumbres, con actitudes innovadoras.
Algo en el ambiente hace sentir que todo brilla , todo resplandece. Que la luz es mas brillante y el horizonte mas profundo y mas lejanos.En donde las metas y los limites no se entrecruzan y cada quien puede emprender su marcha en la dirección mas adecuada.
Este viaje me ha hecho cambiar los conceptos de vida y también me ha extendido una amable y desafiante invitación a emprender nuevos rumbos y ensayar nuevas ideas.
Regreso contento y lleno de esperanzas para emprender un nuevo camino en mi vida, en el lugar que me vio nacer y en el que respire su aire, por tantas décadas.En aquella vieja ciudad a la que tanto amor le tengo por ser mi cuna y por haber pasado junto a ella: mis penas, alegrías, descubrimientos, risas y llantos.
Lima me abrio su corazón, su calidez, sus brazos y me susurro al oido, como una madre que recibe al hijo que una vez partió en busca de nuevos horizontes; un te quiero a media voz, que al escucharlo te hace estremecer y comprender, que nunca debiste partir de su lado, por mas duros que fueran los tiempos.
Lo importante es que ella esta ahí, esperando por mi y yo lleno de esperanzas de volver, para quizás un día dejar de existir, pero junto a ella.
Siempre hay un mañana, siempre un despertar, un sueño que soñar. Lo hermoso es cuando uno desea soñar y convertir esos sueños en realidad. Vivir dentro de los sueños , con la misma intensidad que se hace en la realidad del mundo material.
Aquellos que tengan la oportunidad de realizar un sueño, no deben de perder la oportunidad de vivirlo, porque es algo asi como; un volver a nacer, un comenzar de nuevo a caminar por las calles de la vida, tropezándose, levantándose, ilusionándose, volviendo a saborear el amargo de las derrotas, la dulzura de los triunfos, la ilusión de los desafíos, el amanecer y anochecer de cada dia. En pocas palabras: volver a vivir como la primera vez, con todos los errores y todos los aciertos.
Muchas vivencias, muchas emociones y una nueva oportunidad de sentirse vivo, recibiendo en el rostro la suave brisa de la esperanza de un hermoso mañana, amaneciendo abrigado por los primeros rayos de sol; ese sol que siempre ilumina las calles de quienes amamos la alegría de vivir.
Aqui les dejos un pequeño mosaico de las cosas bonitas que tiene mi ciudad; Lima.