Cuando hablamos del cerebro, lo primero que nos
llama la atención es: su capacidad de memoria, pero no nos ponemos a pensar en
que este órgano esta compuesto entre otras cosas por: la falcutad de la memoria,
pero a su vez en este campo existen varios tipos de memoria, como por ejemplo:
la memoria histórica, la memoria temporal, la inmediata, la sensorial y a su
vez estas también se subdividen e identifican según los estudios y resultados a
los que ha llegado la ciencia.
Dentro de
todo este contexto, no podemos obviar algo fundamental que son; la memoria genética
y la memoria cósmica.
La genética
viene a ser nuestro curriculum ancestral. Aquella que rige y determina nuestros:
comportamientos, fobias, aprensiones, preferencias, inclinaciones, desviaciones
y todo aquello que tenga que ver con nuestro desarrollo secuencial según nuestra endogénesis. Mañana seremos
mejores o peores de lo que hoy somos.
Luego
tenemos a la memoria cósmica. Este es un elemento muy importante en nuestra
existencia, porque ella nos permite el ampliar nuestro campo de visión y
desarrollo, de cara al mundo que nos rodea y aquel que presentimos pero que no
podemos determinar.
La memoria cósmica,
es el registro de nuestro origen, que a la vez viene a ser el ente regente de
nuestra alma, espíritu o yo.
Ese es el
yo, ese con el que siempre nos identificamos ante los demás. Yo, un yo, sin
respuesta real. Para entenderlo, hay que preguntarse ¿Quién es yo? o ¿Quién soy
yo? Son quizás una constante en nuestra existencia, ya que mas de una vez a lo
largo de nuestra vida nos lo hemos preguntado. Lo que si es seguro; que nunca
hemos quedado satisfechos con la respuesta y tampoco nos hemos referido al yo,
como materia o como mente.
La memoria cósmica,
es mayormente entendida, dentro de la filosofía y dentro de la practica de los
experimentos mentales, que suele ejercer nuestro cerebro, en la búsqueda de la verdad. Esa verdad que
siempre ha de ser nuestra meta final, pero a la que se nos hace difícil el
camino para llegar.
Memoria cósmica:
un hito dentro de nuestro micro universo, que nos señala el punto de
referencia, pero sin derrotero.
Para
entender la memoria cósmica y sus alcances, debemos de tomar como referentes a:
los descubrimientos científicos, que se han logrado solo con la ayuda de la
capacidad cerebral y sin ningún otro elemento de referencia.
Pensar,
pensar y recordar. ¿Quizás solo estaremos recordando “el futuro”¿
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