Mundos Y Países...
Gracias
al economista francés Alfred Sauvy, a quien se le ocurrió
encasillar a los países por bloques y zonas, según sus ideologías
y practicas económicas. Tenemos que a Rusia y a todos sus piases
aliados o subyugados, se les denomino como: bloque soviético o
Bloque comunista y al resto les toco el titulejo de bloque
Occidental. Y con esta tonadilla o tontonete, nos hemos manejado
lingüística, ideológica y psicológicamente; desde la década de
los cincuentas.
No
obstante, estas denominaciones han degenerado con el devenir de los
años y ahora nos encontramos etiquetados y catalogados de manera
antojadiza y a gusto y capricho de los “interesados” según
convenga a los intereses y marketing de los países dominantes del
globo, que tildan de tal o cual a quien se les venga en gana con el
amen de sus países amiguetes, seguidores, que por no desentonar
cantan la misma tonadilla.
Es
así que, ahora existen: primer mundo, segundo mundo y el famoso
tercer mundo.
En el
primer mundo se encuentran: las grandes potencias, las mismas que
manejan el mundo a su libre antojo y por el derecho que le otorga; el
poder del vil metal. En el segundo mundo, están los seguidores y
ayayeros de los primer-mundistas, que gozan de un nivel asequible y
digno como para considerarseles “socios” y tener patente de corso
para joder a gil y mil, con total impunidad.
En un
tercer lugar van arrastrados por la marea, aquellos pertenecientes al
tan mencionado y machacado; tercer mundo, que solo atinan a seguir el
rumbo de la marea sin opción alguna, salvo el oportuno padrinazgo de
algún “grande” que por conveniencia, lo mira con buenos ojos y
le tiende una mano, para sacarlo del montón.
Si se
observa, todo gira en torno y referencia al dinero. Cuanto mas y
cuanto menos, pero nada mas.
Lejos
y atrás quedan aquellas cosas que son la razón de ser del hombre y
la raza humana en si. Como son: sentimientos, conductas, ilusiones,
sueños, valores y todo aquello que hace del hombre; un ser humano.
Nada de eso esta valorado y tomado en cuenta, sin embargo es muy
esgrimido por las potencias y exigido a los demás mortales, de
manera casi compulsiva.
Curiosamente,
en aquellas naciones que ostentan tener un estándar de vida
ejemplar, es donde mas carencias existen y menos humanismo hay.
En
esos llamados “primeros mundos”tan solo existen los valores
monetarios y la ruleta que gira señalando el premio a ganar por cada
uno de los participantes en el día a día.
Países
desarrollados, países subdesarrollados; otras dos denominaciones de
origen, que dicen mucho y dicen nada. Mucho por lo trillado y nada
porque no reflejan el verdadero significado del contexto en que se
quieren enmarcar.
Para
medir el desarrollo de una nación, debemos partir de la esencia
misma que la comprende. Una nación, no es una extensión de terreno
llena de cosas en su interior; unas mejores que otras . No es mas que
eso: es un gran contenedor que alberga un numero determinado de seres
humanos, con necesidades vitales, que le permitan vivir sintiéndose
en optimas condiciones; tanto psíquica como físicamente.
Todos
esto se traduce en: buen nivel de ingresos económicos, un estándar
de vida decoroso, mas no dispendioso como algunos por ahí suelen
confundir, accesibilidad a los servicios de salud, con prestaciones
de optima calidad y eficiencia, legislaciones adecuadas, que permitan
el desarrollo y buen desenvolvimiento, sin limitaciones de ninguna
clase a las personas con incapacidades físicas y mentales, así
mismo un acceso irrestricto a la educación y a la cultura.
Cabe
señalar que para las personas con algún tipo de deficiencia,
también hay que edificar y adecuar las ciudades, para que no se
sientan ni sean desplazados. Para ello hay que tener la convicción
de que: cada persona tiene un lugar que ocupar dentro de una sociedad
y el estado tiene la obligación de dárselo.
Para
muchos, todos estos conceptos están muy bien adecuados para el
papel, pero algo alejados de la realidad y la praxis. Nada mas lejos
de la realidad, porque existen países como: Suecia, Noruega, Suiza,
Holanda y muchos otros denominados escandinavos, en donde se practica
con éxito este sistema, quizás bien llamado; socialismo. Un
socialismo esencial, practico y eficiente.
Entonces;
¿Como podríamos etiquetar al resto?
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