Cada
día vemos como se van incrementando los casos de violencia a nivel
mundial. Una violencia que esta enquistada en todos los estratos
sociales y que ya se esta convirtiendo en un medio de vida y en un
modelo de nueva sociedad.
Muchos
insisten en atribuir este fenómeno a la velocidad de las
comunicaciones actuales, que se suceden en tiempo real y permiten un
conocimiento y una información, mucho mas fluida que en otros
tiempos.
Nada
mas lejos de la verdad, porque los casos de: Violencia familiar,
violaciones a menores, violaciones en los cuarteles de las fuerzas
armadas, violencia conyugal, violencia psicología en los centros de
trabajo, discriminación racial y todas las demás formas de
violencia; según las estadísticas de cada país y de manera global
manejadas por las instituciones encargadas de; monitoriarlas y
clasificarlas: estas se van incrementando cada año de una manera
alarmante.
Esta
situación mas que a la velocidad de las comunicaciones, obedece a:
la mala calidad de la educación familiar, la pésima educación
escolar, la quiebra moral de las instituciones religiosas, la
carencia en los valores y el dejar en manos de la vida lo que nos
corresponde a nosotros como sociedad, administrar y regir.
Actualmente,
tenemos una sociedad basada y entregada al culto de las apariencias,
del tener por que hay que tener y mas que el de enfrente, para no ser
menos. Endeudarse hasta el alma con tal de “saber vivir” a toda
mecha. Gastar, despilfarrar, saciarse de todo lo material que nos
rodea, no tener impedimentos para adquirir lo que sea y nos haga
felices aunque sea por unos instantes; como cuando se abre un regalo
y el placer de recibirlo, solo nos dura unos cuantos segundos y
luego la ilusión se muere por consecuencia.
El
acercamiento que deseamos tener con el prójimo, ya no nos demanda
tiempo alguno, solo tenemos que “tomarnos la molestia” de hacer
un clic en alguna parte y ¡Ya! Tenemos a la otra parte en el acto,
se encuentre en donde se encuentre. Todo gracias a la tecnología del
momento y al dinero que esto nos representa; un clic y el mundo a
nuestros pies. Pero cuando el suceso pasa, vuelve el vació y la
soledad, porque todo aquello que creemos tener, solo esta en el
espacio y en el tiempo, pero nunca en el momento y en la realidad y
presente. Solo es un mundo impalpable que no permanece junto a
nosotros.
Cuando
todos estos elementos dejan de funcionar, principalmente por falta de
dinero, porque es la única fuente que tenemos para, mantenerlos
activos o adquirirlos; aparece la frustración acompañada de la
violencia, que juntas se manifiestan contra la adversidad, que no es
nada mas que la impotencia de no poder tener lo que otros tienen y
disfrutan y que los hace formar parte del mundo activo y colectivo.
Este
aislamiento; económico, electrónico y cibernetico, nos convierte
en delincuentes y psicópatas que lo único que deseamos y pensamos
es en destruir a ese mundo que no es nuestro, el que no nos pertenece
y al que no pertenecemos y en el que somos rechazados, por el simple
hecho de “no tener” No tienes, no sirves, no sirves, no estas,
no estas no vives y si no vives sobras y si sobras no cuentas para
nada. Pero entonces tienes que demostrar que si tienes presencia y la
uncia manera de hacerlo es con la violencia, que hace que te puedas
mostrar mas fuerte que los que te rechazan.
Existe
violencia hasta en el trato y la conversación de muchos que
traslucen sus carencias con solo abrir la boca y en ello caen:
ignorantes, cultos, ricos y pobres, sin importar lugar credo o raza.
Una
sociedad con ese perfil, estará destinada a extinguirse de manera
tan rápida como la que vive y tan efímera como lo que la alimenta
Me he quedado sin palabras. Después de leer este artículo, siento pena por el ser humano. ¿Seremos capaces de rectificar?
ResponderBorrar¡¡¡Ojalá!!
Un beso
Amigo Pluma, ésto va en incremento. Seremos capaces de parar a tiempo?, quién nos llevó a ésto?, la humanidad toda tendría que reflexionar un poquito y dejar los odios y mezquindades que nos está llevando poco a poco a la extinción como seres racionales.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Hola Roberto.
BorrarLo que pasa es que: parece que nos gusta revolcarnos en el fango y no bañarnos en agua clara.
Estamos en un mundo con valor; todo tiene un precio y todo se compra y lo que no; se tira y se elimina del camino.
Esta en uno mismo el seguir otro camino y no el que hoy unos cuantos nos marcan.
No vamos a tomar los haibitos, pero por lo menos "rezar" un poco.
Un abrazo y gracias por parate un rato en esta casa.
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