Desde
el año mil novecientos sesenta, se viene celebrando el festival de
Viña del Mar, el cual cada año se resinifica en la famosa Quinta
Vergara.
Este
festival a adquirido una connotación internacional bastante
importante y es considerado uno de los mejores de su categoría en el
mundo.
Por
el han pasado artistas de renombre internacional, los mismos que son
bien o mal recibidos. Por el mal llamado “monstruo”
Lo
que a mi particularmente me ha llamado siempre mucho la atención es:
¿cual es el significado de la palabra festival? Según la Real
Academia de la Lengua Española, tiene por concepto de esta acepción,
fiesta de carácter musical y fiesta, quiere decir igualmente;
diversión y regocijo.
Bien,
teniendo en cuenta estos conceptos, tenemos como punto de partida
inequívocamente, que se trata de un evento dedicado a rendirle culto
al artista y a su arte. Dentro de este culto se involucra a otro
concepto, que es el respeto por el trabajo que interpreta una persona
o un grupo según sea el caso.
En el
“festival de Viña del Mar, ocurren cosas que según mi óptica y
mi concepto de lo que es un festival; no encajan en dicho evento,
como: el maltrato al que es sometido el artista, cuando el “monstruo”
decide no aprobarlo. Ahí el o los artistas, son abrumadoramente
humillados y maltratados. No solamente se les abuchea y pifea, sino
que también se les insulta de manera atronadora y desmedida. Mas aun
cuando estos son extranjeros y peor cuando pertenecen a países
vecinos. Se dan muestras de xenofobia reconcentrada y reprimida, que
evidencian un odio gratuito a quienes simplemente, van con la
intención de participar y mostrar su arte.
No
voy a negar que astas practicas, tambien se llevan a acabo, con
artistas locales, a quienes no se les perdona una sola falla,
sometiéndolos a pasar un duro y a amargo momento.
Cierto
es que: en todos los festivales y eventos del mundo, suceden
abucheos, pero estos se dan en casos extremos y sin llegar a la
humillación, simplemente el publico hace notar su descontento y nada
mas. Pero como dije; son casos extremos, porque esto no sucede en: el
festival de San Remo, en el de Eurovision y mucho menos, en los
grades eventos musicales que se presentan en las mas prestigiosas
ciudades y escenarios mundialmente reconocidos. En Viña Del Mar se
les ha hecho tragar polvo a artistas de talla internacional.
El
artista, merece todo nuestro respeto y admiración. No podemos
maltratarlo y vejarlo, solo porque una noche las cosas no le salieron
bien. No es nada fácil subirse a un escenario y ponerse a actuar
delante de miles de “jueces” ocasionales y muchas veces
ignorantes, que de arte y cultura saben tanto como el artista de
biogenetica.
Creo
que lejos de poner en duda la categoría del festival de Viña, hay
que ser duros con la critica al publico, que va algo confundido y
perdido, porque asumen una postura auto-idolatra, que los hace ser
despiadados y poco hospitalarios, con quienes solo pretenden regalar
humildemente su arte.
¿Sera
que el publico es algo así como el reflejo de una idiosincrasia
nacional?
Vaya por delante que todo el mundo se merece nuestro respeto, también, cómo no, alguien que se sube a un escenario. El público está en su derecho de mostrar su descontento, pero siempre desde el respeto y por supuesto nunca haciendo uso del insulto.
ResponderBorrarUn abrazo Pluma.
La carrera del artista es muy dura y sacrificada y ademas lleva mucha entrega. El arte es una pasion y algo muy sublime, como para alguien sin conocimientos en la materia, pretenda maltratarlo.
ResponderBorrarGracias Elena por tu visita un abrazo.